lunes, 2 de marzo de 2015

NÚCLEOS BASALES Y NÚCLEOS TRONCOENCEFÁLICOS




Su nivel de funcionamiento se sitúa como medio entre el nivel superior formado por la corteza cerebral y el nivel inferior que formarían las astas anteriores de la médula y los núcleos motores de los pares craneales; así pues, por intermedio del sistema piramidal se encargan de modular los movimientos voluntarios.

Los núcleos basales están formados por las siguientes estructuras: El cuerpo estriado (formado por los núcleos caudado y lenticular).
         -El núcleo subtalámico de Luys.
         -La zona incierta.
         -El tálamo.

Los núcleos troncoencefálicos están formados por los siguientes elementos:
       -El núcleo rojo.
       -La sustancia negra.
       -Los tubérculos cuadrigéminos.
       -La oliva inferior o bulbar.
       -La formación reticular del tronco encefálico.

Los núcleos basales forman un sistema encargado de regular todos los movimientos del cuerpo y llevan a cabo funciones como las siguientes:
       -La regulación de movimientos voluntarios mediante circuitos         nerviosos que se establecen entre la corteza cerebral y los         núcleos situados en el nivel inferior.
       -La regulación del tono muscular facilitando o eliminando la          tonicidad de los grupos musculares.
        -La producción de movimientos automáticos instintivos y              mímicos.
       -La adopción de posiciones instintivas para mantener el              equilibrio.


La adaptación de las posiciones de los movimientos posturales reflejos a estímulos visuales y auditivos.
Las enfermedades que afectan a los núcleos basales producen una serie de trastornos motores muy variados que reciben el nombre genéricamente de extrapiramidalismos. Estos se pueden concretar en dos grandes grupos.

1)      Aquellos caracterizados por la exaltación de los movimientos y manifestados por hipertonía (aumento de la tonicidad) e hipercinesia (aparición de movimientos involuntarios de distinta velocidad y ritmo).
2)      Aquellos que producen una inhibición de los movimientos voluntarios.

La enfermedad de Parkinson consiste en una alteración de las conexiones nigroestriales producida por una atrofia progresiva de los núcleos de la base y en la sustancia negra penduncular. El síndrome parkinsoniano se produce por la desconexión del pallidum y del neoestriado.

En la enfermedad de Parkinson se produce una degeneración de la sustancia negra y otros núcleos pigmentados del tronco cerebral, con una inclusión característica en las células nerviosas restantes, cuerpos de Lewy. La sustancia negra tiene un pigmento llamado melanina que se encarga de la producción de la tirosinasa, enzima que sintetizará la dopamina a partir de la tirosina. Se considera que en los pacientes de Parkinson la actividad de esta enzima se ha reducido en un 80%, por lo que tiene lugar una pérdida de pigmentación. Como consecuencia se produce una disminución de determinadas sustancias químicas en la región troncoencefálica, como son la dopamina, la serotonina y la noradrenalina. Estas sustancias reciben el nombre de neurotransmisores.

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